domingo, 6 de noviembre de 2011

Tecnociencia



1. En el texto de Echeverría, qué es la TECNOCIENCIA, cuáles son sus características, quiénes son sus “agentes multiplicadores”.1.

La tecnociencia, tal como hoy la conocemos surge a finales del siglo XX, impulsada principalmente por empresas, más que por los Estados, basándose en el desarrollo de nuevas tecnologías. Dependiendo de dónde nos centremos, encontramos distintas acepciones para definir a la tecnociencia; por ejemplo: “(…) Los científicos que se dedican a la investigación básica suelen mirarla con desconfianza, porque parece priorizar la tecnología y la investigación aplicada. Los filólogos la consideran un barbarismo, al mezclar dos raíces léxicas de procedencia griega y latina. Muchos filósofos de la ciencia prefieren seguir estableciendo líneas de demarcación claras entre la ciencia y la tecnología, temiendo que al hablar de tecnociencia la especificidad de la ciencia desaparezca, siendo devorada por la tecnología. Otros, por el contrario, afirman que la tecnociencia es una realidad desde el siglo XIX, e incluso antes. Algunos historiadores de la ciencia, en cambio, tienden a aceptar dicha expresión y sociólogos de la ciencia como Bruno Latour la usan como denominación técnica” (ECHEVERRIA, 2005: 22).

Podemos decir, a partir de lo leído que la tecnociencia se encuadra tanto dentro de la tecnología, como de la ciencia, siendo este término, el utilizado para denominar la convergencia de ciencia y tecnología, superando la eterna disyuntiva entre qué es ciencia y qué es tecnología. “La tecnociencia puede ser considerada como una fase evolutiva posterior a la emergencia de la Big Science, tras la crisis de la década 1966-76.” (ECHEVERRIA, 2005: 35).

Luego de varios análisis, el texto plantea una definición, que la nombra como la número 4, diciendo que: “(…) Un sistema tecnocientífico es un sistema de acciones regladas, informacionales y vinculadas a la ciencia, la ingeniería, la política, la empresa, los ejércitos, etc. Dichas acciones son llevadas a cabo por agentes, con ayuda de instrumentos y están intencionalmente orientadas a la transformación de otros sistemas con el fin de conseguir resultados valiosos evitando consecuencias y riesgos desfavorables”. (ECHEVERRIA, 2005:133)

Respecto de las características de la tecnociencia, decimos que son compartidas con los 6 rasgos de la macrociencia (primera modalidad de la tecnociencia) aunque con matices diferentes, estos rasgos son: a) Financiación gubernamental. b) Integración de científicos y tecnólogos, c) Contrato social de la ciencia, d) Macrociencia industrializada, e) Macrociencia militarizada, f) política científica. Y g) La agencia macro científica. Vale aclarar que también hay rasgos específicos:

h) Tecnociencia y medioambiente: respecto del impacto de la tecnociencia en el medioambiente.

i) Tecnociencia y sociedad: “La paulatina irrupción y consolidación de la tecnociencia ha cambiado radicalmente esa relación con el público, al haberse producido una crisis de confianza de los ciudadanos con respecto a la investigación tecnocientífica y, en particular, respecto a los informes o evaluaciones de los expertos.” (ECHEVERRIA, 2005: 51).

j) Tecnociencia y política internacional: Relacionado con el desarrollo de la tecnociencia norteamericana interpretada muchas veces como una nueva forma de colonización, centrada en la apropiación y comercialización del conocimiento, no de los recursos naturales necesarios para la industria.

k) La gestión de la tecnociencia: versa sobre la organización dentro de la tecnociencia, respecto de los recursos humanos al momento de la investigación, así como en todas sus fases.

l) Tecnociencia y derecho: Relacionado con que la actividad tecnocientífica está regulada jurídicamente en varias de sus fases y, al desarrollarse en un mercado competitivo, da lugar a numerosos problemas y pleitos jurídicos.

m) Tecnociencia y valores: aparte de los valores epistémicos, técnicos y económicos (y en su caso militares) en la actividad tecnocientífica están presentes otros varios subsistemas de valores: ecológicos, políticos, sociales, jurídicos, etc. Algunos de esos valores van siendo interiorizados por los tecnocientíficos, aunque a regañadientes.

n) Tecnociencia e informática: La ciencia moderna se apoyó ante todo en las matemáticas, mientras que la tecnociencia requiere un formalismo adicional, la informática. El cambio es importante, porque la informática permite representar y simular diversos tipos de acciones, y ello de manera recursiva. La capacidad operatoria de las matemáticas es grande, pero la de la informática es mucho mayor. El tremendo auge de la informática y de las tecnociencias que se derivan de ella (cibernética, robótica, inteligencia artificial, telemática, etc.) no es un detalle incidental, sino que ilustra otro rasgo distintivo de la tecnociencia del siglo XX.

o) Tecnociencia y sociedad de la información y el conocimiento: La tecnociencia está vinculada a una nueva modalidad de sociedad, que ha empezado a configurarse en las dos últimas décadas del siglo XX: la sociedad de la información y el conocimiento.

Respecto de los agentes multiplicadores de la tecnociencia, El agente tecnocientífico tiene una estructura propia, porque nunca está formado por un solo individuo ni tampoco se reduce a un grupo de científicos, ingenieros y técnicos. En el interior de las empresas tecnocientíficas, y como componentes indispensables de las mismas, se incluye una gran diversidad de expertos. Todos ellos desempeñan tareas imprescindibles, aunque luego sean los científicos de prestigio quienes aparezcan como portavoces de dichas empresas a la hora de hacer públicos sus logros, caso de que se opte por hacerlos públicos. No sólo cambia el exterior de la ciencia, al surgir un nuevo sistema de ciencia y tecnología. Tan importante es el cambio interno. El interior de la tecnociencia difiere radicalmente del interior de la ciencia, caso de que queramos mantener la distinción interno/externo.

Dependiendo de donde se trate, hablamos de distintos tipos de agentes multiplicadores de la tecnociencia. En este sentido, no todos esos agentes son igual de relevantes. Por ello distinguimos entre agentes integrados en el núcleo de la tecnociencia y agentes periféricos u orbitales. En el caso de la macrociencia militar, el núcleo incluye como mínimo cinco tipos de agentes: militares, políticos, científicos, ingenieros e industriales. La macrociencia civil prescinde de los primeros, pero incluye gestores e incluso expertos en leyes. En el caso de las empresas tecnocientíficas, los financieros, los empresarios, los gestores, los juristas, los científicos y los ingenieros forman parte del núcleo de la tecnociencia, aunque también hay que contar con apoyos políticos e institucionales, llegado el caso, y con una buena recepción social.

2. En el texto de Jauregui, cuáles son las distintas posturas frente al desarrollo de la tecnociencia: TECNOFILICOS, TECNOFOBICOS, y cuál es la postura superadora de esta dos.


2. En la actualidad encontramos diferentes posturas frente al avance de la tecnociencia: posturas a favor, posturas en contra, así como también posturas que podrían llamarse superadoras de las dos anteriores. En este sentido, tenemos por un lado a la tecnolatría, o los conocidos como los tecnófilos que, según el texto de Jáuregui: “(…) la ciencia y la tecnología todo lo pueden, nada se debe anteponer en su camino. Mediante su utilización se solucionarán todos los problemas del mundo y de la sociedad. En esta perspectiva, se concibe un modelo de hombre y de sociedad que se corresponde exactamente con el capitalismo actual, sobre todo en su versión norteamericana: rodeado de instrumentos técnicos; derrochador de energía; despilfarrador de bienes de consumo; contaminante, al producir desechos en gran volumen, lo que es facilitado por la sofisticación tecnológica; con una visión arrogante del hombre y de la sociedad, cuyo valor depende de los medios tecnológicos que posea (…)En esta visión no existen problemas humanos ni sociales, lo que hay son carencias tecnológicas. Por lo tanto para solucionarlas sólo se requiere más y mejor tecnología.” (JAUREGUI GONZALEZ, 2010: 3).

Por otro lado, encontramos a los tecnofóbicos, la postura opuesta a los tecnófilos, en donde se rechazan las consecuencias negativas producto de las tecnologías y la ciencia. “Para los tecnófobos existe un rechazo visceral a la ciencia y a la tecnología en sí mismas, a su empleo y difusión, no comprendiendo su carácter contradictorio, lleno de potencialidades, sin señalar tampoco que antes que concentrarse en ellas mismas es necesario ocuparse de analizar las condiciones sociales en las que se producen.” (JAUREGUI GONZALEZ, 2010: 4).

La visión superadora que plantea Jáuregui González es una versión humanista de la ciencia y la tecnología. En palabras de la autora: “La visión humanista de la tecnología y la ciencia debe partir de reconocer su importancia no sólo en el funcionamiento del mundo actual sino como elementos indispensables para reconstruir un proyecto de sociedad emancipada. Este reconocimiento no significa caer en la tecnolatría, pues para esta visión humanista se resalta la manera como la ciencia es, a la vez, una fuerza productiva-destructiva, y no sólo productiva y positiva.” (JAUREGUI GONZALEZ, 2010: 4).

Trabajo Práctico


1 Fundamenta la siguiente afirmación: "La ciencia y la tecnología actuales poseen un carácter productivo-destructivo".

2 Encuentra al menos dos ejemplos para explicar la afirmación del item anterior.

1. y 2. La autora Jáuregui González, plantea una afirmación en la que dice que “la ciencia posee un carácter productivo-destructivo”, esto se basa en que si bien se logran avances y la ciencia se ha convertido en imprescindible para el modelo económico-productivo, lleva en sí misma el germen de destrucción masiva, tanto se seres humanos, así como de la cultura y la naturaleza. Esto se puede ejemplificar con el caso de la industria de las armas, la cual en la actualidad es la más productiva de las industrias, pero al mismo tiempo se encuentra como la actividad más destructivas, no sólo por los efectos en sí mismos como la contaminación y capacidad de destrucción, sino que es un actividad inhumana para el q la practica.

Otro ejemplo de lo productivo-destructivo de la ciencia se encuentra en el texto de Echevarria, en donde se plantea que hay tanto efectos positivos como negativos. En este sentido, Echeverría dice: “(…) además de quienes usan las armas tecnocientíficas, están quienes padecen sus efectos, es decir las víctimas. Este tipo de “usuarios” también ha de ser tenido en cuenta, puesto que las acciones tecnocientíficas militares pueden producir bienes para algunos, pero con certeza generan males para otros.” (ECHEVERRIA, 2005: 128).

3 Nombre las diferentes visiones desde las cuales se puede interpretar el actual desarrollo tecnocientífico. Explique cada una de esas visiones utilizando ejemplos.


3. Retomando a Jáuregui González, y las dos posturas frente al desarrollo de la tecnociencia, podemos ver a los tecnófilos y a los tecnofóbicos. Tal como se expresó en el punto Nº 2 del TÓPICO 1, los primeros piensan que a partir de la tecnociencia “(…) se solucionarán todos los problemas del mundo y de la sociedad.” Se ve al hombre “(…) rodeado de instrumentos técnicos; derrochador de energía; despilfarrador de bienes de consumo; contaminante, al producir desechos en gran volumen, lo que es facilitado por la sofisticación tecnológica; con una visión arrogante del hombre y de la sociedad, cuyo valor depende de los medios tecnológicos que posea (…) En esta visión no existen problemas humanos ni sociales, lo que hay son carencias tecnológicas. Por lo tanto para solucionarlas sólo se requiere más y mejor tecnología.” (JAUREGUI GONZALEZ, 2010: 3).

Mientras que la otra visión, los tecnofóbicos, quienes rechazan las consecuencias negativas producto de las tecnologías y la ciencia. “Para los tecnófobos existe un rechazo visceral a la ciencia y a la tecnología en sí mismas, a su empleo y difusión, no comprendiendo su carácter contradictorio, lleno de potencialidades, sin señalar tampoco que antes que concentrarse en ellas mismas es necesario ocuparse de analizar las condiciones sociales en las que se producen.” (JAUREGUI GONZALEZ, 2010: 4).

Bibliografía:

- Echeverría, Javier (2005) “La Revolución Tecnocientífica”, Adaptación de la Conferencia en el Tecnológico de Monterrey en 2004.

- Jauregui Gonzalez, Sandra (2010) “Algunos Efectos sociales de la tecnociencias en el mundo de hoy.” Disponible en http://localhost/espaciocritico.com/articulos/sjg-a01.htm

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